Estamos rodeados, invadidos, apilados, infestados de cosas. Y lo paradójico es que en todos los aspectos de la vida, son los intangibles los que verdaderamente llenan los espacios vacíos.
¿El vacío debe reinar en la casa? ¿Acaso es esta la evolución real del diseño y la arquitectura: NO HACIENDO, sino DESHACIENDO
Nuestra naturaleza social nos ha enseñado la cultura de apilamiento: de apilar una idea sobre la otra, al igual que lo hacemos apilando un objeto después de otro, ya que tenemos ese tremendo horror a no tener cosas, a no tener recuerdos: porque teniendo todas esas cosas nos vemos reflejados en ellas, porque no concebimos un nosotros sin nosotros.
*Hagamos un ejercicio de comprensión: llenemos nuestras casa de todas las cosas que adquirimos y no nos deshagamos de nada, apilemos todo dentro de la casa, llenémosla hasta los “cielos rasos“.
*Veamos claro, analicémonos, y lleguemos a nuestra propia conclusión: empecemos a aceptar nuestra esencia (dejemos de lado la apariencia), y aceptaremos la forma de vivir sin aquellas cosas que adquirimos.
Estamos llenos de cosas y lo paradójico es que en el diseño y la arquitectura como en la vida, son los intangibles los que llenan verdaderamente los espacios vacíos personales.
Es así: el vacío debe reinar en la casa. Bien evolucionado el pensamiento de “Menos es más”, es así como evoluciona realmente nuestro diseño y arquitectura: NO HACIENDO Y HACIENDO, SINO DESHACIENDO Y DESHACIENDO.
“Desde el no-ser comprendemos su esencia; y desde el ser, sólo vemos su apariencia. Ambas cosas, ser y no-ser, tienen el mismo origen, aunque distinto nombre. Su identidad es el misterio. Y en este misterio se halla la puerta de toda maravilla” Lao Tse.
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